La boda. ( el víspera)

PI2348

A.3. Usos sociales, rituales y actos festivos

Villanueva de Valdueza

Grupo familiar extenso.

Dimensión local

La celebración de una boda dentro de una comunidad tradicional y rural suponía una ruptura del tiempo laboral para pasar a un estado festivo y ritual en que participaba, sobre todo, los grupos familiares que se veían involucrados en los nuevos lazos grupales y al mismo tiempo también era una celebración de toda la comunidad que celebraba la nueva unión. En las sociedades tradicionales las bodas, a pesar de ser un acto voluntario e individual, tenía un fuerte sentido grupal, pues los lazos familiares políticos eran un nuevo cemento social que permitía crear una red de solidaridad más extensa que facilitaba la supervivencia y la reproducción social. Como acto ritualizado estaba lleno de normas y usos comunes que se repetían generalmente en cada ocasión, si bien, las diferencias de estos actos rituales marcaban en numerosas ocasiones la incipiente estratificación social existente en los núcleos de los valles de la Tebaida.

La celebración de una boda dentro de una pequeña comunidad era un motivo de fiesta y celebración muy importante. El tiempo festivo y ritual se adueña de la vida social durante algunos días, pero al mismo tiempo era también un acto religioso, pues la sociedad tradicional ha vinculado el acto ritual y religioso en la mayoría de los casos. Pero también ha sido un acto económico pues supone un gasto para las familias que unen sus lazos a través de dos de sus miembros. Este "derroche" económico marca también de un modo determinado las distintas relaciones sociales que quedaban en deuda por las invitaciones recibidas. La boda se alargaba durante varios días. Uno primero de preparación denominado "el víspera" o día de víspera, el día de la boda y luego ya el día posterior llamado " tornaboda".
El centro de la preparación del día de la víspera era la preparación de la comida, pues estas celebraciones se llevaban a cabo en la casa de uno de los contrayentes. Para ello, y como comenta el audio que adjuntamos, se contrataba a un carnicero para que pudiera llevar a cabo el despiece de los distintos animales que se sacrificaban para el día posterior, el día de la boda. Para la preparación se reclamaba el servicio de uno o dos cocineros expertos con sus ayudantes para preparar y servir los platos a más del centenar de invitados que celebraban el evento en la casa particular, en los salones, pasillos y distintas habitaciones.
Aparte del convite, otro gasto importante para ese día era el traje, pues debía de hacerse a medida y por parte de algún sastre de Ponferrada.

Bienes inmateriales

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