Registro arqueológico en la zona y estudio de valoración de las posibilidades de los diferentes elementos arqueológicos para su integración en diferentes usos. Para ello se revisa la Carta Arqueológica (excluyendo los trazados de los canales romanos) y la integración de los nuevos hallazgos; evaluación de accesos (distancia a vías de comunicación, relación con rutas de senderismo ya existentes, etc.); evaluación de la situación actual: vegetación, alteraciones (naturales o culturales), potencialidad del registro y localización de cuevas (geolocalización y levantamientos topográficos incluidos).
Yacimiento ubicado en la parte superior de un cerro de morfología circular, delimitado al este y oeste por dos arroyos que confluyen en el río Meruelo, situado al norte. Emplazamiento en forma de horquilla. Hacia el sur está unido a la ladera que desciende desde el Alto de las Chanas por Las Peñonas.
Cueva natural que presenta un desarrollo inicial en una galería única, rectilínea. Al fondo, la cueva continúa por una pequeña galería (gatera) ascendente.
La galería aparece erosionada longitudinalmente en su zona central, dejando relictos sedimentarios adosados a ambas paredes laterales, recordando el mismo proceso que el apreciable en la cueva de San Genadio.
Estructuras arquitectónicas de la antigua ermita. Se organiza en dos naves alargadas, paralelas, separadas por una pared y comunicadas tan solo en la zona de los pies; cada una contaba con un altar.
Bloque pétreo incrustado en el suelo que se ubica en el extremo de un crestón rocoso en la ladera del monte que domina por el sur el valle de Montes de Valdueza.
El lugar exacto donde se ubicaba esta antigua ermita no es conocido. La toponimia (valle de Santo Tomé) lleva a situarlo en este pequeño valle próximo a la cueva de San Genadio.