Iglesia construida en el año 937 para albergar los restos de san Genadio. Dispone de una única nave, dos estancias laterales (a modo de falso crucero) y una capilla a los pies que semeja un contraábside, más una torre a los pies, actualmente separada del resto del edificio.
Constituye el mejor ejemplo conservado del llamado “arte mozárabe”. Intervenido desde comienzos del siglo XXI en enlucidos y solado, falta por acometer la restauración de las pinturas murales del siglo X.