El pueblo lo entiende a su manera

Conjunto de fichas

Fichas

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  • Disciplinantes

    Delineadas con carboncillo y con toques de color rojo para mostrar la sangre, se han dibujado dos cofrades en procesión de cuerpo entero. El que va delante, mostrado de perfil, porta en la cabeza un capirote rematado en punta, con el recorte para el ojo. El capuz deja descubierta la espalda del hermano por medio de dos recortes de la tela en forma de óvalo, cofrade que se va castigando con unas disciplinas rematadas en un rodel en la punta. Estas, de color marrón claro, y la abundante sangre provocada por el castigo (que resbala por el faldón del hábito), son los únicos elementos que rompen la gradación de grises que se empleó en todo el conjunto. Detrás va el otro disciplinante, de mayor envergadura, con un capuz sin estructura rígida, redondeado, adaptado a la forma de la cabeza. De manera antinatural se dibujan los dos ojos, nariz y boca, sonriente. Porta sobre el hombro derecho una gran cruz, geométrica y con errores de perspectiva. Parece observarse algún arrepentimiento en el madero horizontal (patibulum). El hábito de este hermano, cuya parte anterior se muestra, se adorna con escote amplio, en agudo pico, y lleva anudado a la cintura lo que parece un rosario o unas cadenas que cuelgan hacia abajo. Se ha tratado dar relieve a los pliegues con distintas rayas trazadas de forma oblicua, también con carboncillo.
  • Retablo mayor

    Retablo hornacina con ático. Todo él está compuesto por distintas partes y piezas de cronología y estilos diversos, ensamblados como buenamente se pudo. El cuerpo del retablo abre una hornacina de medio punto con frente del arco perlado y enjutas con golpes de talla. La hornacina apoya en unos elementos a modo de plintos en cuyos dos frentes llevan sendas letras pintadas: J, y A. (o M.) Flanquean la hornacina cinco removidas columnas entorchadas (sin capiteles), pues en uno de sus lados dispone de una suplementaria (en su color). Salvo una, el sentido del giro es siniestrógiro. Toda la estructura apoya en un banco que en realidad funciona como plinto de los elementos arquitectónicos que sustenta. Dos gradas elevan todo el conjunto, solo interrumpidas para disponer el tabernáculo. El fondo de la hornacina muestra unas tablas pintadas con decoración que no podemos definir sino de "psicodélica", a partir de motivos geométricos (círculos fundamentalmente) y lineas concéntricas, por más que esas tablas se datan en 1680. El ático, realizado en 1906, según inscripción que flanquea un cáliz tallado (más parece copa), se compone de dos bandas; una inferior, curvilínea, que oculta parcialmente el arquitrabe del cuerpo del retablo; y una superior, a modo de frontón curvilíneo. En los extremos laterales se disponen curiosos motivos rematados por flores hexapétalas inscritas en círculos con recortes cóncavos en cada uno de sus dos lados. La curiosa policromía recuerda a la de la tabla de fondo de la hornacina, así como a las piezas reaprovechadas como tablero de la mesa de altar del retablo colateral, lo que parece llevarnos a momentos muy avanzados del siglo XX.
  • Exvoto de cabeza infantil

    Pieza de cera con forma de cabeza infantil realizada a molde. Tiene bien detallado su rostro y su peinado, donde se aprecian las dos parte de su molde. En la actualidad se encuentra vinculado como exvoto a la talla de Jesús Nazareno.
  • Armadura de la cabecera

    Armadura cuadrangular de limas bordonas de factura muy básica. En sus cuatro esquinas se disponen los correspondientes cuadrales sobre ménsulas en esviaje, insertadas a su vez en un arrocabe totalmente liso. En la unión central de las limas se colocó un pinjante de recortados perfiles. La policromía del conjunto va en consonancia del resto de la iglesia con una capa de color blanquecino y sobre ella un punteado azul con algunos toques rojizos o anaranjados. Por su aspecto y factura se muestra próxima a las conservadas a duras penas en la iglesia de San Pedro Villarino en Manzanedo de Valdueza.