San Genadio
Conjunto de fichas
- Título
- Descripción
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San Genadio
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San Genadio, obispo de Astorga y, sobre todo, eremita que continuó la labor iniciada dos siglos
antes por los santos Fructuoso y Valerio, ha sido el santo por excelencia del territorio que dio en
llamarse Tebaida, pues su labor fundadora y restauradora de nuevos y antiguos monasterios
otorgó personalidad a esta tierra. Su capilla-mausoleo en la iglesia de Peñalba ha sido histórico
lugar de peregrinación de las gentes de estos valles. A él se le atribuyen numerosas reliquias,
alguna de las cuales ha resignificado la cultura popular. Una es tan curiosa como su pretendida
“cama”; en otros casos, la devoción al santo atrajo nuevas reliquias que se custodiaron en
arquetas y relicarios albergados en los dos lugares donde se protegió y cuidó su culto: la iglesia
de Santiago de Peñalba y el monasterio de San Pedro de Montes. Vinculado a estas reliquias,
como era habitual en las más deseadas, figura el almaizar (rica tela musulmana que servía de
turbante), reutilizado para envolver preciadas restos. Procede del monasterio de Montes y se
conserva en Madrid desde comienzos del siglo XX.
Fichas
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Relicario en forma de díptico
Relicario en forma de díptico, abierto en dos hojas unidas por otras tantas tiras de cuero. El espacio interior va compartimentado en cinco receptáculos. Para ello, ambas hojas se recercaron con listoncillos de madera toscamente aparejados. A su vez, gracias a otro listón de madera, uno de los brazos del díptico se dividió longitudinalmente en dos partes iguales (formando otro díptico). En el otro se generó una subdivisión más (de distinto tamaño), valiéndose de tres listoncillos colocados en forma de letra “Y”. Entelada la madera, fue necesario colocar fragmentos de pergamino encolado para dejar constancia de la identificación de cada reliquia a modo casi de filacteria, que presuntamente iría al lado del nombre. La ausencia de bisagras o restos de otro tipo de aplique para permitir abrir y cerrar el estuche hace pensar que el sistema de unión que actualmente conserva es el original. -
"Cama" de san Genadio
Curioso objeto rectangular de tosca ejecución, de hierro forjado, compuesto por tiras de metal cruzadas (las más largas en posición anterior, y las más cortas, que cruzan perpendicularmente por detrás) sujetas por clavos igualmente de forja. En uno de sus extremos conserva una tira más larga con una perforación que parece pensada para introducir un clavo y fijar la estructura en alguna pared. -
Almaizar
Un almaizar es una banda de tela que se enrollaba a la cabeza a modo de turbante y remataba con flecos en sus dos extremos. Este fragmento se encontró dentro de un relicario, envolviendo una reliquia. Según Carmen Bernís, este fragmento conservado consta de “tres zonas en sentido longitudinal, de las que solo una es de punto de tapiz. La central, de lino toda, mide 6,9 cm; las laterales miden cada una 4,2 cm. Una de ellas es de trama carmesí de seda y está bordeada por hilos de fleco muy ralos, formados por la urdimbre de lino; la otra, labrada a punto de tapiz […] La decoración es a base de adornos esquemáticos […] Las tramas en la parte de tapicería, son de sedas de los colores blanco, celeste, índigo, amarillo, verde y carmesí, resultando una gama cromática viva y alegre. Los motivos decorativos se repiten, variando la combinación de los colores”. -
Arca de San Genadio
Arca compuesta de caja prismática y tapa cierre de perfil triangular. El frente del arca se articula en dos espacios, el inferior, que ocupa tres cuartas partes y acoge la iconografía, y uno superior, a modo de arquitrabe. En la parte anterior, con estructura tetrástila marcada por pilastrillas con sus frentes estofados, se observan tres tablas representando a otros tantos personajes, todos de pie. La central corresponde a San Pablo, con vestido azul y manto anaranjado y que sostiene un libro cerrado entre ambas manos, al que flanquean dos benedictinos barbilampiños. El de su derecha (según se mira el arca) es un abad: dispone una mitra abacial en el suelo, y parece señalarla con su mano derecha. Con la izquierda sostiene un báculo. Similar actitud observa el santo de la izquierda, con el añadido de un libro cerrado en la mano izquierda. El entablamento se compone arquitrabe de cuatro fascias, friso con decoración estofada y triglifos de talla sobre las pilastrillas, y cornisa. La tapa decora cada vertiente en dos partes iguales, con roleos pintados.