Caja prismática utilizada para recibir las limosnas de la Cofradía de San Antonio. Al tratarse de un recipiente puramente funcional su decoración se limita a sus sencillos bordes abocelados. En el frente se abrió una puerta cuadrangular con cerradura. El respaldo, rematado en un arco de medio punto contiene un relieve una inscripción manuscrita alusiva a San Antonio. En la actualidad está pintada en color negro con su bordes e inscripción en dorado.
Caja prismática utilizada para recibir las limosnas de la Cofradía de Ánimas de San Esteban. Al tratarse de un recipiente puramente funcional su decoración se limita a las sencillas molduras de sus bordes. El respaldo, rematado en un arco escarzano contiene un relieve con siete bustos de rasgos sumamente abstraídos y toscos que parecen efigiar a las Ánimas.
Cristo crucificado de hechura bastante moderna, aunque siguiendo modelos barrocos. Su corto canon muestra una anatomía bastante definida y tensionada. Su frontalismo se rompe con la inclinación de la cabeza hacia la derecha que, además, se vence hacia delante. Luce un paño de pureza corto, con plegado poco naturales, pero con un gran nudo en el costado derecho.
Pequeña pila benditera ubicada a los pies de la iglesia, junto al muro de la derecha. Tiene planta oval y desarrollo troncocónico con su interior cóncavo labrado.
Por tradición oral se viene adscribiendo a este cementerio la presencia de un arco “de herradura”, de existencia dudosa, que sería indicio de un antiguo edificio religioso.
De la desaparecida ermita de San Juan del Tejo apenas resta una posible pila (de función desconocida) embutida en un muro de una finca donde un enorme tejo recuerda la advocación de una ermita que hace siglos dejó de existir.
En sus cercanías, se encuentra la ruina de un molino.
Pieza de madera de forma prismática y remate bulboso. Conserva anclajes de hierro y huecos para anclar alguna otra pieza hoy desaparecida. Aunque forma parte de la armadura -incluso tiene su misma policromía azul, blanca, negra y marrón- su función pudo no tener que ver nada con ella y sí con la lámpara del presbiterio.
Estandarte de formato rectangular realizado con tela blanca de raso y galón dorado, montado sobre vástago y travesaño de madera. De la parte inferior penden tres farpas de borde ondulante. En el centro de su anverso, superpuesta, una pintura de San Antonio de Padua parcialmente bordada que se rodea de una animada composición de elementos vegetales y motivos florales. En el reverso, bordada con hilo dorado una cenefa perimetral, la mención a la cofradía de la Vera Cruz y una custodia en su centro. De los extremos de su travesaño cuelgan sendos cordones con otras tantas borlas.