Mueble funcional para colocar tres hachas. Se compone de dos pies moldurados (del que falta uno), dos vástagos laterales y otros tantos travesaños lisos.
Caja de estructura prismática rectangular constituida por cinco paneles enterizos, ensamblados y reforzados con clavazón de hierro, sobre tres pies. La cubierta es plana, compuesta por dos piezas. Dispone de dos cerrajas en el panel frontal.
Restos de un Cristo crucificado de hechura barroca, de canon corto. Su anatomía apenas se aprecia por el estado de conservación. Paño de pureza corto, con eficaces plegados, y restos del nudo, situado en el lado derecho.
Mueble para guardar ornamentos y vestiduras litúrgicas. En este caso se trata de un sencillo modelo compuesto por dos únicos cajones que ocupan toda la superficie. Los cajones se decoran con tres hileras longitudinales de detalles seriados en relieve, obra de formón. Tales hileras se interrumpen con un motivo floral dispuesto sobre una cuatripétala inscrita en un círculo.
Cada cajón dispone de dos tiradores de forja (perdido uno del cajón inferior) acorazonados, para facilitar la introducción de los dedos.
Pieza de madera compuesta de tablones unidos mediante listones por su parte posterior, no visibles. Entre dos estilizadas ménsulas laterales se acoge el tablero central, moldurado y pintado de color oscuro, en que destaca un círculo central a modo de clípeo donde se representa una flor cuatripétala, con chillona policromía.
Sencilla peana rectangular, con basa (sin policromía) cuerpo con flancos cóncavos y remate superior con cuatro simplicísimas volutas en los laterales y frente. El cuerpo se adorna con relieves vegetales en su frente y pintados en los costados.
Marco arquitectónico compuesto de dos estrechos largueros unidos por arriba por un ancho travesaño, con una moldura en relieve a modo de tarja en su parte central.