Fichas

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  Retablo mayor

  Retablo-hornacina (de remate recto), de un solo cuerpo y ático, pensado exclusivamente para exhibir el Cristo que lo preside. Se compone de mesa de altar y una sucinta arquitectura compuesta de dos medias pilastras (en dos planos crecientes hacia el fondo) rematadas por collarino y tres platabandas a modo de capitel. Esta planta quebrada se manifiesta en el entablamento, adornado con gotas. Dan lugar a un simple ático, de piñón triangular con un tondo pintado en su parte central con los tres clavos a modo de "arma Christi" adornado por una orla de talla. Una tarja remata el piñón y dos pináculos (en realidad planchas pintadas) se disponen encima de cada haz de medias pilastras. Lo sumario de su composición se trata de disimular con burdos jaspeos en toda su superficie, y puntuales golpes de color,
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  Cruz de altar

  Aunque según la tradición esta pequeña talla procede de la Casa rectoral, su tipología invita a pensar que estuviera presidiendo alguna mesa de altar o una cajonera de sacristía. Sobre una peana en la que se talló el monte Calvario se hinca la cruz, de travesaños lisos y extremos dorados. La imagen de Cristo es de correcta talla, no mal trabajado, conforme al gusto del último renacimiento. Su anatomía se muestra bien definida, lleva un paño de pureza corto con diversos pliegues y un rostro lateralizado con corona tallada en el mismo bloque
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  Tabernáculo

  Sencillo tabernáculo dispone sobre la mesa de altar de su retablo. Tiene forma abovedada en su cuerpo principal, con dos puertas que se adaptan a dicha forma abriéndose al medio y sendos aletones laterales que únicamente se manifiestan en la parte frontal de la estructura. Mientras las puertas se articulan a base de seis casetones sobre los que se aplicaron rameados fitomorfos. En los laterales se despliega similares ornatos, pero de mayor tamaño y perfil recortado incorporando otros motivos circundantes de formación geométrica. Al interior, todo dorado, se le tallaron también algunos casetones en el espacio abovedado y en las paredes laterales, pero nada en las puertas. Exteriormente se policromó a base de jaspeados de distintos colores y dorado.
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  Cristo crucificado

  En el centro del retablo que ocupa el testero de la capilla de Santa Ana se dispone este crucificado, coetáneo al retablo. Es una imagen de discreta ejecución, con estudio anatómico muy elemental donde llama especialmente la atención el trabajo del torso. Brazos y piernas acentúan esa concepción fibrosa de la anatomía que concibió su autor. Porta un escueto paño de pureza que se sujeta por un cordón en la cadera derecha generando una serie de pliego concéntricos. El rostro muestra aspecto doloroso y la corona de espinas deja caer algún mechón de pelo hacia los hombros. La cruz sobre la que se clavó puede ser la origina, pero tiene el rotulus repintado.
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  Frontal de altar

  Pieza de madera compuesta de tablones unidos mediante listones por su parte posterior, no visibles. El tablero central, acogido por un marco moldurado, se marmoleó con discreta ejecución polícroma, y se dibujó una decoración moldurada en su rectángulo central, a su vez pintado con burdos jaspeados y un clípeo central, de doble círculo, con "arma Christi" en su interior (lanza estilizada entre tenazas y martillo).
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  Retablo de la capilla de Santa Ana

  Retablo-hornacina (de remate recto), de un solo cuerpo y ático, pensado exclusivamente para exhibir el Cristo que lo preside. Se compone de mesa de altar y una sucinta arquitectura compuesta de dos medias pilastras (en dos planos crecientes hacia el fondo) rematadas por collarino y tres platabandas a modo de capitel. Esta planta quebrada se manifiesta en el entablamento, adornado con gotas. Dan lugar a un simple ático, de piñón triangular con un tondo pintado en su parte central con los tres clavos a modo de "arma Christi" adornado por una orla de talla. Una tarja remata el piñón y dos pináculos (en realidad planchas pintadas) se disponen encima de cada haz de medias pilastras. Lo sumario de su composición se trata de disimular con burdos jaspeos en toda su superficie, y puntuales golpes de color,
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  Pila benditera

  Copa troncocónica de notable espesor embutida en el muro, al que se le ha practicado un rebaje para acogerla.
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  Estandarte

  Estandarte de formato cuadrangular realizado con tela blanca adamascada y galón dorado montado sobre travesaño metálico. De la parte inferior penden una serie de guardamalletas y nueve borlas. En el centro del anverso, superpuesta, una Virgen con Niño sentada sobre un orbe. En el reverso, se bordó en el centro el monograma mariano con galón.