Bienes históricos y artísticos
Conjunto de fichas
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- Descripción
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Bienes históricos y artísticos
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Colección de bienes históricos y artísticos de la Tebaida Berciana.
Fichas
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Libro de bautismos, casados y difuntos de Valdefrancos (1712-1801)
Información de 1712-1794 -
San Antón
El santo anacoreta, de pie, se distingue por su concentrada lectura de un libro de cantos dorados, que sostiene con la mano izquierda muy cerca de su faz, y un enorme bastón "rústico", aserpentado, con el que se apoya. De larga barba, porta el hábito antoniano, con cuyo capuchón cubre la cabeza. -
Niño Jesús
Talla de un Niño de pie, en posición de avance (los pies se alzan con piezas solidarias a ellos a distinta altura e inclinación), lo que da dinamismo a la talla, de correcta anatomía en tronco y piernas pero cuyos brazos desdicen un poco esas correctas proporciones. La cabeza, igualmente, parece excesivamente pequeña (al contrario que las orejas) e inexpresiva. Su corto cabello, compuesto de mechones acaracolados, dispone de discreta moñeta central. Todas sus características llevan la talla al momento previo a la irrupción de nuevos modelos de esta iconografía, como la del andaluz Montañés, que se extenderán por la meseta. -
Santo obispo (¿San Blas?)
Figura popular sobre peana solidaria que muestra a un obispo que bendice con la mano derecha y sostiene un báculo en la izquierda. Porta mitra, alba, roquete, capa pluvial con desmesurado broche y cruz pectoral. Barbilampiño y de mirada frontal ensimismada, muestra un deficiente tratamiento de paños, que forman ondulaciones paralelas que le restan naturalidad, a lo que tampoco ayuda el repinte general que padeció. Desconocida su advocación en el pueblo, quizá se trate de San Blas. -
Virgen Santa María (Virgen de la Guianina)
La talla de la Virgen de la Peña Aquiana se conserva como imagen titular del retablo colateral de la Epístola, enfrentada a otra talla mariana, que fue la de la cofradía “rival”, la del Rosario, sita en el colateral opuesto. Se dispone en una peana muy posterior, cuya base se ha retallado para adaptarse a la base de la imagen. Muestra a María de pie, con mirada frontal, que sostiene al Niño en su brazo izquierdo y levanta la mano opuesta, que ha perdido el atributo. Carece de velo, y los pliegues del manto, casi simétricos, descubren una entallada cintura y vestido de escote cuadrado. Por debajo del vestido asoman los borceguíes. Parece que nunca hubiera tenido corona de madera, si bien no es descartable que la cabeza hubiera sido retallada en su parte superior, pero también en la caída del cabello, hoy surcada de sospechosos mechones. El Niño debió perder la cabeza original, y la actual parece una barroca, desproporcionada en relación al cuerpo, y son significativos rasgos estilísticos en el tratamiento de los cabellos, mofletes, ojos y sonrisa. Ha perdido casi por completo el brazo izquierdo y ofrece dudas la “originalidad” del derecho. A la talla, ahuecada en origen, se le dispuso la tradicional tapa cuando la imagen comenzase a procesionarse. Aprovechando su adaptación como pieza visible de bulto redondo, se repolicromó y doró con una pintura de flores estampadas con un falso estofado, en realidad de pincel. Desconocemos la función de una serie de agujeros realizados en la juntura entre talla y tapa que lo recorren por ambos lados. Al igual que la talla de San Pedro de Montes, parece que las penosas procesiones al pico de la Guiana hubieran afectado a la imagen de la conocida como "Guianina", viéndose necesitada de numerosas reparaciones. -
Retablo de la Guianina
Retablo de planta convexa compuesto de banco, cuerpo único y ático. En su parte central, en hornacinas de medio punto y aveneradas, de la que la mayor y más profunda es la central, acoge las figuras del Niño (izquierda, según se mira de frente), la Virgen con Niño llamada Guianina (central) y un santo obispo (derecha). Dos columnas sutilmente abalaustradas, casi estípites, decoradas con hojas y mascarones dividen sus calles. Sobre un alto entablamento se dispone la única hornacina, que exhibe la talla de San Antón entre dos estípites. Carente de frontón, corona la composición un entablamento curvilíneo. -
María Magdalena
En el ático de este retablo se dispone una imagen de bulto de María Magdalena, reconocible fundamentalmente por el pomo de perfume o ungüentario que exhibe en su mano derecha. Por lo demás, se trata de una imagen con todas las características del estilo romanista y como la otra imagen integrante del retablo, conectadas con el universo de Gregorio Español y sus seguidores. Se viste con paños amplios y movidos, entre los que asoma la mano izquierda que porta un libro cerrado, muestra un peinado elaborado, y despliega el habitual contrapposto en este tipo de imágenes. Su policromía, oscurecida por el paso del tiempo, parece elaborada con colores planos. -
Virgen del Carmen (o del Rosario)
Imagen de bulto redondo de la Virgen con el Niño. Ambos, madre e hijo, aparecen en pie, aunque el infante dispuesto sobre el brazo izquierdo de María y desnudo. Por el contrario, ella viste larga túnica ceñida en la cintura, manto que cae desde los hombros y se recoge de manera efectista con la mano izquierda, y toca que le cubre parcialmente el cabello. Lo ampuloso de sus vestiduras hace que la talla describa un perfil ligeramente ahusado y que muestre un notable movimiento en su postura y actitud de avance. El rostro, enmarcado por los cabellos, adolece de cierta expresión, como suele ser habitual en la época pero muestra ciertos estilemas que recuerda a la plástica desplegada por Gregorio Español y sus seguidores en el entorno astorgano. Ennoblece la imagen una trabajada y lustrosa policromía.