Fichas

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  Adoración de los Magos; Aparición de la Virgen a san Bernardo; Imposición de la casulla a san Ildefonso

  De abajo a arriba, se representa (cada panel mide unos 60 cm de altura): la Adoración de los Magos; Aparición de la Virgen a san Bernardo; Imposición de la casulla a san Ildefonso. Cada uno de los dos paneles superiores (los dedicados a santos benedictinos) cuentan con una cartela inserta en una peana sostenida por ángeles tenantes en su parte inferior que, de hecho, invade el espacio del panel inmediato. La cartela de san Bernardo ha perdido la inscripción. La Adoración de los Magos muestra, bajo un tejadillo, a la Virgen, que presenta al Niño, a quien presenta sus respetos uno de los Reyes, arrodillado. Baltasar y el tercer rey permanecen de pie, esperando su turno y sosteniendo sus presentes. San José, prudente, asiste a la escena detrás de María. En el panel central, san Bernardo, arrodillado, con báculo, hábito blanco cisterciense y la mitra en el suelo, asiste a la aparición de María, sostenida por un nubaje y cabezas de querubines. Una mesa baja muestra un libro abierto y elementos de escritorio. Dos ángeles sostienen una filacteria arananjada, sin texto. Finalmente, San Ildefonso, orante, arrodillado y con atuendo episcopal, se deja poner la casulla que sostiene María y un ángel. Otros varios y cabezas de querubines se reparten por la escena.
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  Visitación; Presentación del Niño al anciano Simeón

  De abajo a arriba, se representa (cada panel mide unos 90 cm de altura): la Visitación; y la Presentación del Niño al anciano Simeón. En la Visitación María e Isabel ponen su mano (sobredimensionada) en el vientre de la otra, sobre un fondo de paisaje natural y arquitectónico. Ambas portan vestido y manto, con eficaces pliegues, y se distinguen por el tocado y el tamaño. Isabel, un poco más grande, lleva toca convencional, y María un pañuelo anudado en su cabeza. En el panel superior, María presenta a Cristo en el Templo de Jerusalén ante el anciano Simeón, que abandona la lectura de un libro que deja a un lado, abierto. El anciano está sentado en su sitial sobre gradas, representadas en extraña perspectiva para ajustarse a la ley del marco. El Niño, sostenido por ambos personajes, extiende sus brazos, como prefigurando la cruz. La Virgen se toca con un pañuelo anudado a la cabeza, y Simeón con una mitra. Destaca en el traje del anciano su rico rebozo. En segundo plano se observan dos personajes hieráticos. Se trata de la profetisa Ana y de san José. El fondo de la escena lo compone un paisaje arquitectónico.
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  Desposorios de la Virgen; Presentación de Jesús en el Templo

  De abajo a arriba, se representa (cada panel mide unos 90 cm de altura): los Desposorios de la Virgen; y la Presentación de Jesús en el Templo. Los Desposorios de la Virgen componen un marco simétrico, en cuyo eje superior figura la paloma del Espíritu Santo con el pico hacia abajo, entre un nubaje radiado. Los dos personajes parecen ensimismados. San José, a la izquierda según se mira, porta una vara florida con una mano y con la otra le ofrece un anillo a María. Esta, velada, que se toca el vientre incipientemente abultado con una mano, tiende la otra para recibir el citado anillo. Ambos visten ropajes distinguidos. La Presentación de Jesús en el Templo exhibe al Niño, fajado, en brazos del anciano Simeón, subido a un trono sobre gradas, representadas de manera sumaria por la adecuación de la ley del marco. María se arrodilla a los pies del trono. Detrás, José porta las dos tórtolas y dos personajes más, la profetisa Ana y un acólito, completan la escena, enmarcada en un entorno urbano.
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  Huida a Egipto; San Ruperto; Aparición de la Virgen a san Anselmo

  De abajo a arriba, se representa (cada panel mide unos 60 cm de altura): la Huida a Egipto; San Ruperto; Aparición de la Virgen a san Anselmo. Cada uno de los dos paneles superiores (los dedicados a santos benedictinos) cuentan con una cartela inserta en una tarja colocada en su parte inferior que, de hecho, invade el espacio del panel inmediato. En la Huida a Egipto, con un fondo de paisaje natural y un rompimiento en que se ve a un ángel, la Virgen con el Niño en brazos monta a la jineta en la mula, que dirige San José cogiéndola de la brida. San Ruperto se presenta tonsurado en su despacho, escribiendo un libro. De fondo, una iglesia y lo que puede ser un monasterio (amurallado), quizá en recuerdo de los que levantó y dirigió en Salzburgo (ambos dedicados a San Pedro, como este), que parecen ser presentados por el que parece ser el duque Theodo, el promotor. Es una manera muy poco usual de representar a este santo. El benedictino san Anselmo se presenta, con vestiduras episcopales (fue obispo de Canterbury), escribiendo también un libro en su escritorio, bajo dosel, en presencia de una aparición mariana rodeada de ángeles. Completa la escena la paloma del Espíritu Santo (ver Notas/Observaciones más abajo).
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  Anunciación

  Una robusta Virgen con vestido rojo y manto azul se sitúa ante una mesa baja donde figura un tintero, otro objeto y un diminuto libro abierto, el que estaba leyendo cuando irrumpe el arcángel Gabriel (también figura sobredimensionada), con vestido pardo y túnica corta ceñida a la cintura, y alas de escamas polícromas, situado al otro lado de dicha mesa. En los extremos superiores, dos nubajes con cabezas de querubines.
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  Taller de San José

  Bajo un marco arquitectónico cubierto por un tejadillo sostenido por tres pies derechos se encuentra San José, ejerciendo su oficio de pie, cepillando una tabla. A sus (enormes) pies, el Niño le señala con el dedo. Ambos visten túnicas estampadas con motivos florales. De color claro la del padre, y encarnada la del Hijo. Este se sitúa sobre una peana, y san José sobre una tarja.
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  Adoración de los Pastores

  La Virgen y San José, en torno a un Niño tumbado, en pañales, con mula y buey miniaturizados, asisten a la llegada de tres pastores con presentes, uno de los cuales porta uno en un cántaro sobre la cabeza y otro en un tonelete sobre los hombros. En los extremos superiores, dos nubajes con querubines tañendo instrumentos de cuerda pulsada.
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  Ara

  Pieza de mármol cuadrada enmarcada por listones de madera