Inscripción en letras romanas y dispuesta en tres líneas que habla sobre la fundación del edificio. Está labrada sobre una pieza cuarcítica de forma tendente al rectángulo. Se dispone, justamente, sobre la clave del arco de entrada al templo.
Losa, actualmente sobre el suelo (no enterrada en él) que hace de anteumbral de la portada norte. La excavación arqueológica documentó un sepulcro dispuesto justo antes del umbral de esta portada, presuntamente el del abad Esteban, con una única inhumación. La tapa del sepulcro (la losa que actualmente está en superficie) estaba encajada en el suelo de opus signinum. Realmente viene a servir de escalón para acceder al umbral de la portada norte.
Pieza de mármol gris, por lo que se debe especular con su carácter reutilizado, pues es más corta que el vano de la entrada. Por su carácter conmemorativo y el material escogido, es posible que se situase ante las puertas del portal meridional cuando se hicieron las obras en esta fecha.
La tribuna del púlpito consta de tres balaustres en su costado este y seis al sur. En su costado oeste debía disponer de uno. Toda la estructura se apoya sobre tres ménsulas. Unas escalerillas humildes de un solo tramo, no conservadas, permitían acceder a él por su lado oeste.
Este cancel tiene fundamentalmente sentido protector, a modo de barrera (evitar el acceso libre a la capilla de San Genadio) para evitar el robo de sus reliquias), pero a la vez permite verlas a través de él. Su formalización le añade un alto valor decorativo.
En la parte visible tiene planta tendente al círculo (tres cuartas partes, aproximadamente, quedando oculta el resto). Parece ser pieza reaprovechada, pero no llego a entender qué pieza pudiera haber sido originalmente. No llamaría la atención si no fuera por su parte inferior, labrada. El perímetro exterior lo recorre una hendidura perimetral, que no llega a ser un bocel, y en su interior se advierten, aparentemente fragmentarios, dos resaltos en relieve no figurativos.