Santo sobre peana, levemente vaciada por su parte posterior, y sin trabajar, por tanto, este reverso. Sostiene un pequeño libro con su mano derecha, y sujeta con ambos brazos la típica cruz aspada (perdida la original, la actual está respuesta). El rostro, de gran expresividad, se vuelve a su izquierda. Porta vestido y capa, con los ribetes dorados.
Personaje de pie, frontal, con la rodilla izquierda ligeramente avanzada, brazo derecho con la mano levantada e izquierdo con un pequeño libro cerrado. Va tocado con mitra, lo que unido a los guantes (de color verde, una y otros) le caracterizan con la dignidad episcopal. Porta sotana, alba y casulla, y en esta se concentra la mayor parte de la decoración. El cuerpo muestra motivos vegetales policromados, muy perdidos, y el ribete de la prenda está tallado. Su cenefa central azulada destaca en dorados motivos fitomórficos. vaciada en su reverso, pero cubierta por un lienzo a modo de tapa, señal de su posible uso procesional en algún momento posterior a su factura, pues no se previó para este fin. La policromía apenas se conservaba, y la actual es prácticamente una reposición.
Representa al santo de pie, en su faceta de obispo con mitra, báculo con remate adornado en su mano izquierda (y cordero pascual en el bucle de remate) y vestimenta (capa pluvial abrochada, casulla, alba y guantes). Con su mano libre señala hacia arriba, y eleva los ojos.
Representa al santo de pie en ligero escorzo, con largo y delgado bordón de peregrino en su levantado brazo derecho. Mira hacia su izquierda. Porta sombrero, vestido, capa y esclavina y se eleva sobre peana y sobrepeana, esta reciente. El estofado es la técnica mejor aplicada en esta talla, que apenas conservaba sus carnaciones antes de la restauración a que se sometió a principios del siglo XXI.
Tambor descontextualizado perteneciente al fuste de una columna de mármol que parece haber sido reformulado en tiempo histórico cuando se le vació un hueco en su espesor, de perfiles redondeados, que bien pudo servir de benditera en algún momento, dado lo pulido que está, y con restos de mortero de acabado. Tal cavidad no parece que pudiera haber servido para deponer reliquias ni para ser tapada, por lo que se descarta su uso como pie de mesa de altar.
Cesta con dos filas de hojas carnosas que rematan en pico. Su interior ha sido cajeado en dos niveles (conserva restos de la capa de mortero con que se consiguió su acabado) para formar lo que parece un loculus para deposición de reliquias. pudo haber servido de pie de mesa de altar, siendo compatible su estilo con la época de la reconsagración del templo en 1105 o en algún momento posterior no muy lejano.