Caja prismática de una sola pieza con tapa deslizante en su parte superior reforzada por una lámina metálica. La tapa está sutilmente biselada. Apenas conserva en su interior varios papeles escritos, arrugados, con letra aparentemente de finales del siglo XVIII o principios del siguiente, copia de antiguas auténticas.
Caja de madera grande con tapa deslizante, de factura aparentemente moderna, que contenía en su interior tres lipsanotecas y otros tantos sacos de tela atados, con reliquias en su interior y un cráneo humano
Caja de madera con tapa deslizante (que ha perdido) de forma troncocónica en su parte inferior y superior (esta invertida) separadas por un listel perimetral en su parte central. Contiene un envoltorio textil amarillo que contuvo reliquias, ya perdidas.
Tapa de madera de algún árbol frutal que hubo de servir para tapar una lipsanoteca. Es rectangular, lisa en su parte exterior con un reborde en interior para ajustarlo a la caja que hubiera de cerrar y un pequeño agujero en su parte central.
Tarugo de corcho de una sola pieza de forma prismática, aunque muy desgastada, de tal manera que son indistinguibles las posibles aristas que tuviera, con una agujero excavado en su interior para contener la reliquia.
Carece de tapa.
Caja prismática, posiblemente con alma de cartón, revestida de telas bordadas, con tapa (actualmente separada). Las telas aparentemente don de dos tipos.
Una tela, comprende el exterior de la tapa y el interior del relicario. Se articula en franjas longitudinales paralelas bordadas. La central, de color naranja es la más ancha. Dos laterales, de se adornan, según parece, por una breve inscripción árabe repetida de manera seriada hilada en color verde. Se separa la franja central de las laterales por otras estrechas azules y naranjas. Todas ellas se intercalan por finísimas bandas azules continuas.
La otra tela se observa en el interior de la tapa (si bien solo vemos el forro, pues la parte bordada se cosió hacia el interior) y en los laterales exteriores de la caja. Se decora de manera seriada. En la base de la caja se disponen dos hileras de recuadros rojos separados por una franja amarilla (una hilera en la parte frontal y laterales). En el interior del recuadro campea una cruz griega inscrita compuesta de trazo doble rojo con el interior amarillo y remates ancorados.
La tapa se pestuntea para fijar las telas al alma y entre sí, en las aristas de la caja y en el perímetro de la tapa.